martes, 27 de enero de 2015

¡Cuentos para Monstruos!

Aquí os dejo los cuentos con los que vamos a trabajar en la unidad 7, en otra entrada os colocaré algunos links a páginas en las que podéis leer todo tipo de cuentos, ¡Usadlas bien!

Ficha 1. Rumpelstiltskin.
Cuentan que en un tiempo muy lejano el rey decidió pasear por sus dominios, que incluían una pequeña aldea en la que vivía un molinero junto con su bella hija. Al interesarse el rey por ella, el molinero mintió para darse importancia: "Además de bonita, es capaz de convertir la paja en oro hilándola con una rueca." El rey, francamente contento con dicha cualidad de la muchacha, no lo dudó un instante y la llevó con él a palacio.
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Una vez en el castillo, el rey ordenó que condujesen a la hija del molinero a una habitación repleta de paja, donde había también una rueca: "Tienes hasta el alba para demostrarme que tu padre decía la verdad y convertir esta paja en oro. De lo contrario, serás desterra

da." © 2015
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La pobre niña lloró desconsolada, pero he aquí que apareció un estrafalario enano que le ofreció hilar la paja en oro a cambio de su collar. La hija del molinero le entregó la joya y... zis-zas, zis-zas, el enano hilaba la paja que se iba convirtiendo en oro en las canillas, hasta que no quedó ni una brizna de paja y la habitación refulgía por el oro. 
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Cuando el rey vio la proeza, guiado por la avaricia, espetó: "Veremos si puedes hacer lo mismo en esta habitación." Y le señaló una estancia más grande y más repleta de paja que la del día anterior. 

La muchacha estaba desesperada, pues creía imposible cumplir la tarea pero, como el día anterior, apareció el enano saltarín: "¿Qué me das si hilo la paja para convertirla en oro?" preguntó al hacerse visible. "Sólo tengo esta sortija." Dijo la doncella tendiéndole el anillo. "Empecemos pues," respondió el enano. Y zis-zas, zis-zas, toda la paja se convirtió en oro hilado. Pero la codicia del rey no tenía fin, y cuando comprobó que se habían cumplido sus órdenes, anunció: "Repetirás la hazaña una vez más, si lo consigues, te haré mi esposa." Pues pensaba que, a pesar de ser hija de un molinero, nunca encontraría mujer con dote mejor. Una noche más lloró la muchacha, y de nuevo apareció el grotesco enano: "¿Qué me darás a cambio de solucionar tu problema?" Preguntó, saltando, a la chica. "No tengo más joyas que ofrecerte," y pensando que esta vez estaba perdida, gimió desconsolada. "Bien, en ese caso, me darás tu primer hijo," demandó el enanillo. Aceptó la muchacha: "Quién sabe cómo irán las cosas en el futuro." - "Dijo para sus adentros." Y como ya había ocurrido antes, la paja se iba convirtiendo en oro a medida que el extraño ser la hilaba.

Cuando el rey entró en la habitación, sus ojos brillaron más aún que el oro que estaba contemplando, y convocó a sus súbditos para la celebración de los esponsales. 2015 grimmstories.com© 2015 grimmstories.com
Vivieron ambos felices y al cabo de una año, tuvieron un precioso retoño. La ahora reina había olvidado el incidente con la rueca, la paja, el oro y el enano, y por eso se asustó enormemente cuando una noche apareció el duende saltarín reclamando su recompensa. 
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"Por favor, enano, por favor, ahora poseo riqueza, te daré todo lo que quieras." ¿Cómo puedes comparar el valor de una vida con algo material? Quiero a tu hijo," exigió el desaliñado enano. Pero tanto rogó y suplicó la mujer, que conmovió al enano: "Tienes tres días para averiguar cuál es mi nombre, si lo aciertas, dejaré que te quedes con el niño. Por más que pensó y se devanó los sesos la molinerita para buscar el nombre del enano, nunca acertaba la respuesta correcta. 
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Al tercer día, envió a sus exploradores a buscar nombres diferentes por todos los confines del mundo. De vuelta, uno de ellos contó la anécdota de un duende al que había visto saltar a la puerta de una pequeña cabaña cantando: 

"Hoy tomo vino, y mañana cerveza, después al niño sin falta traerán. Nunca, se rompan o no la cabeza, el nombre Rumpelstiltskin adivinarán”

Cuando volvió el enano la tercera noche, y preguntó su propio nombre a la reina, ésta le contestó: "¡Te llamas Rumpelstiltskin!" 
"¡No puede ser!" gritó él, "¡no lo puedes saber! ¡Te lo ha dicho el diablo!" Y tanto y tan grande fue su enfado, que dio una patada en el suelo que le dejó la pierna enterrada hasta la mitad, y cuando intentó sacarla, el enano se partió por la mitad.

* * FIN * *

1. Cuenta, con tus palabras, en cuantas partes se divide el cuento, y resume en una línea qué ocurre en cada una de ellas.

2. ¿Cómo crees que es Rumpelstiltskin? Descríbelo física y psicológicamente.


3. Pongámonos en el lugar del malvado de la historia. Escribe brevemente la visión de Rumpelstiltskin sobre lo ocurrido.



Ficha 2. El porquerizo


Érase una vez un príncipe que andaba mal de dinero. Su reino era muy pequeño, aunque lo suficiente para permitirle casarse, y esto es lo que el príncipe quería hacer.
Sin embargo, fue una gran osadía por su parte el irse derecho a la hija del Emperador y decirle en la cara: -¿Me quieres por marido?-. Si lo hizo, fue porque la fama de su nombre había llegado muy lejos. Más de cien princesas lo habrían aceptado, pero, ¿lo querría ella?
Pues vamos a verlo.
En la tumba del padre del príncipe crecía un rosal, un rosal maravilloso; florecía solamente cada cinco años, y aun entonces no daba sino una flor; pero era una rosa de fragancia tal, que quien la olía se olvidaba de todas sus penas y preocupaciones. Además, el príncipe tenía un ruiseñor que, cuando cantaba, se habría dicho que en su garganta se juntaban las más bellas melodías del universo. Decidió, pues, que tanto la rosa como el ruiseñor serían para la princesa, y se los envió encerrados en unas grandes cajas de plata.
El Emperador mandó que los llevaran al gran salón, donde la princesa estaba jugando a «visitas» con sus damas de honor. Cuando vio las grandes cajas que contenían los regalos, exclamó dando una palmada de alegría:
-¡A ver si es un gatito! -pero al abrir la caja apareció el rosal con la magnífica rosa.
-¡Qué linda es! -dijeron todas las damas.
-Es más que bonita -precisó el Emperador-, ¡es hermosa!
Pero cuando la princesa la tocó, por poco se echa a llorar.
-¡Ay, papá, qué lástima! -dijo-. ¡No es artificial, sino natural!
-¡Qué lástima! -corearon las damas-. ¡Es natural!
-Vamos, no te aflijas aún, y veamos qué hay en la otra caja -aconsejó el Emperador; y salió entonces el ruiseñor, cantando de un modo tan bello, que no hubo medio de manifestar nada en su contra.
-¡Superbe, charmant! -exclamaron las damas, pues todas hablaban francés a cual peor.
-Este pájaro me recuerda la caja de música de la difunta Emperatriz -observó un anciano caballero-. Es la misma melodía, el mismo canto.
-En efecto -asintió el Emperador, echándose a llorar como un niño.
-Espero que no sea natural, ¿verdad? -preguntó la princesa.
-Sí, lo es; es un pájaro de verdad -respondieron los que lo habían traído.
-Entonces, dejadlo en libertad -ordenó la princesa; y se negó a recibir al príncipe.
Pero éste no se dio por vencido. Se embadurnó de negro la cara y, calándose una gorra hasta las orejas, fue a llamar a palacio.
-Buenos días, señor Emperador -dijo-. ¿No podríais darme trabajo en el castillo?
-Bueno -replicó el Soberano-. Necesito a alguien para guardar los cerdos, pues tenemos muchos.
Y así el príncipe pasó a ser porquerizo del Emperador. Le asignaron un reducido y mísero cuartucho en los sótanos, junto a los cerdos, y allí hubo de quedarse. Pero se pasó el día trabajando, y al anochecer había elaborado un primoroso pucherito, rodeado de cascabeles, de modo que en cuanto empezaba a cocer las campanillas se agitaban, y tocaban aquella vieja melodía:
¡Ay, querido Agustín, todo tiene su fin!
Pero lo más asombroso era que, si se ponía el dedo en el vapor que se escapaba del puchero, enseguida se adivinaba, por el olor, los manjares que se estaban guisando en todos los hogares de la ciudad. ¡Desde luego la rosa no podía compararse con aquello!
He aquí que acertó a pasar la princesa, que iba de paseo con sus damas y, al oír la melodía, se detuvo con una expresión de contento en su rostro; pues también ella sabía la canción del "Querido Agustín". Era la única que sabía tocar, y lo hacía con un solo dedo.
-¡Es mi canción! -exclamó-. Este porquerizo debe ser un hombre de gusto. Oye, vete abajo y pregúntale cuánto cuesta su instrumento.
Tuvo que ir una de las damas, pero antes se calzó unos zuecos.
-¿Cuánto pides por tu puchero? -preguntó.
-Diez besos de la princesa -respondió el porquerizo.
-¡Dios nos asista! -exclamó la dama.
-Éste es el precio, no puedo rebajarlo -, observó él.
-¿Qué te ha dicho? -preguntó la princesa.
-No me atrevo a repetirlo -replicó la dama-. Es demasiado indecente.
-Entonces dímelo al oído -. La dama lo hizo así.
-¡Es un grosero! -exclamó la princesa, y siguió su camino; pero a los pocos pasos volvieron a sonar las campanillas, tan lindamente:
¡Ay, querido Agustín, todo tiene su fin!
-Escucha -dijo la princesa-. Pregúntale si aceptaría diez besos de mis damas.
-Muchas gracias -fue la réplica del porquerizo-. Diez besos de la princesa o me quedo con el puchero.
-¡Es un fastidio! - exclamó la princesa -. Pero, en fin, poneos todas delante de mí, para que nadie lo vea.
Las damas se pusieron delante con los vestidos extendidos; el porquerizo recibió los diez besos, y la princesa obtuvo la olla.
¡Dios santo, cuánto se divirtieron! Toda la noche y todo el día estuvo el puchero cociendo; no había un solo hogar en la ciudad del que no supieran lo que en él se cocinaba, así el del chambelán como el del remendón. Las damas no cesaban de bailar y dar palmadas.
-Sabemos quién comerá sopa dulce y tortillas, y quien comerá papillas y asado. ¡Qué interesante!
-Interesantísimo -asintió la Camarera Mayor.
-Sí, pero de eso, ni una palabra a nadie; recordad que soy la hija del Emperador.
-¡No faltaba más! -respondieron todas-. ¡Ni que decir tiene!
El porquerizo, o sea, el príncipe -pero claro está que ellas lo tenían por un porquerizo auténtico- no dejaba pasar un solo día sin hacer una cosa u otra. Lo siguiente que fabricó fue una carraca que, cuando giraba, tocaba todos los valses y danzas conocidos desde que el mundo es mundo.
-¡Oh, esto es superbe! -exclamó la princesa al pasar por el lugar.
-¡Nunca oí música tan bella! Oye, entra a preguntarle lo que vale el instrumento; pero nada de besos, ¿eh?
-Pide cien besos de la princesa -fue la respuesta que trajo la dama de honor que había entrado a preguntar.
-¡Este hombre está loco! -gritó la princesa, echándose a andar; pero se detuvo a los pocos pasos-. Hay que estimular el Arte -observó-. Por algo soy la hija del Emperador. Dile que le daré diez besos, como la otra vez; los noventa restantes los recibirá de mis damas.
-¡Oh, señora, nos dará mucha vergüenza! -manifestaron ellas.
-¡Ridiculeces! -replicó la princesa-. Si yo lo beso, también pueden hacerlo ustedes. No olviden que les mantengo y les pago-. Y las damas no tuvieron más remedio que resignarse.
-Serán cien besos de la princesa -replicó él- o cada uno se queda con lo suyo.
-Poneos delante de mí -ordenó ella; y, una vez situadas las damas convenientemente, el príncipe empezó a besarla.
-¿Qué alboroto hay en la pocilga? -preguntó el Emperador, que acababa de asomarse al balcón. Y, frotándose los ojos, se caló los lentes-. Las damas de la Corte que están haciendo de las suyas; bajaré a ver qué pasa.
Y se apretó bien las zapatillas, pues las llevaba muy gastadas.
¡Demonios, y no se dio poca prisa!
Al llegar al patio se adelantó callandito, callandito; por lo demás, las damas estaban absorbidas contando los besos, para que no hubiese engaño, y no se dieron cuenta de la presencia del Emperador, el cual se levantó de puntillas.
-¿Qué significa esto? -exclamó al ver el besuqueo, dándole a su hija con la zapatilla en la cabeza cuando el porquerizo recibía el beso número ochenta y seis.
-¡Fuera todos de aquí! -gritó, en el colmo de la indignación. Y todos hubieron de abandonar el reino, incluso la princesa y el porquerizo.
Y he aquí a la princesa llorando, y al porquerizo regañándole, mientras llovía a cántaros.
-¡Ay, mísera de mí! -exclamaba la princesa-. ¿Por qué no acepté al apuesto príncipe? ¡Qué desgraciada soy!
Entonces el porquerizo se ocultó detrás de un árbol, y, limpiándose la tizne que le manchaba la cara y quitándose las viejas prendas con que se cubría, volvió a salir espléndidamente vestido de príncipe, tan hermoso y gallardo, que la princesa no tuvo más remedio que inclinarse ante él.
-He venido a devolverte el desprecio -exclamó él-. Te negaste a aceptar a un príncipe digno. No fuiste capaz de apreciar la rosa y el ruiseñor, y, en cambio, besaste al porquerizo por una bagatela. ¡Pues ahí tienes la recompensa!
Y entró en su reino y le dio con la puerta en las narices. Ella tuvo que quedarse fuera y ponerse a cantar:
¡Ay, querido Agustín, todo tiene su …
… Fin


Ficha 3. La pastora y el deshollinador.

¿Has visto alguna vez uno de estos armarios muy viejos, ennegrecidos por los años, adornados con tallas de volutas y follaje? Pues uno así había en una sala; era una herencia de la bisabuela, y de arriba abajo estaba adornado con tallas de rosas y tulipanes. Presentaba los arabescos más raros que quepa imaginar, y entre ellos sobresalían cabecitas de ciervo con sus cornamentas. En el centro, habían tallado un hombre de cuerpo entero; su figura era de verdad cómica, y en su cara se dibujaba una mueca, pues aquello no se podía llamar risa. Tenía patas de cabra, cuernecitos en la cabeza y una luenga barba. Los niños de la casa lo llamaban siempre el «Generalisimosargentocomandantisimoguerreropatascaprinascachiporrazo»; era un nombre muy largo, y son bien pocos los que ostentan semejante título; ¡y no debió de tener poco trabajo, el que lo esculpió!
Y allí estaba, con la vista fija en la mesa situada debajo del espejo, en la que había una linda pastorcilla de porcelana, con zapatos dorados, el vestido graciosamente sujeto con una rosa encarnada, un dorado sombrerito en la cabeza y un báculo de pastor en la mano: era un primor. A su lado había un pequeño deshollinador, negro como el carbón, aunque asimismo de porcelana, tan fino y pulcro como otro cualquiera; lo de deshollinador sólo lo representaba: el fabricante de porcelana lo mismo hubiera podido hacer de él un príncipe, ¡qué más le daba!
He ahí, pues, al hombrecillo con su escalera, y unas mejillas blancas y sonrosadas como las de la muchacha, lo cual no dejaba de ser un contrasentido, pues un poquito de hollín le hubiera cuadrado mejor. Estaba de pie junto a la pastora; los habían colocado allí a los dos, y, al encontrarse tan juntos, se habían enamorado. Nada había que objetar: ambos eran de la misma porcelana e igualmente frágiles.
A su lado había aún otra figura, tres veces mayor que ellos: un viejo chino que podía agachar la cabeza. Era también de porcelana, y pretendía ser el abuelo de la zagala, aunque no estaba en situación de probarlo. Afirmaba tener autoridad sobre ella, y, en consecuencia, había aceptado, con un gesto de la cabeza, la petición que el “Generalisimosargentocomandantisimoguerreropatascaprinascachiporrazo” le había hecho de la mano de la pastora.
-Tendrás un marido -dijo el chino a la muchacha- que estoy casi convencido, es de madera de ébano; hará de ti la “Generalisimasargentocomandantisimaguerrerapatascaprinascachiporrazo”
Su armario está repleto de objetos de plata, ¡y no digamos ya lo que deben contener los cajones secretos!
-¡No quiero entrar en el oscuro armario! -protestó la pastorcilla-. He oído decir que guarda en él once mujeres de porcelana.
-En este caso, tú serás la duodécima -replicó el chino-. Esta noche, en cuanto cruja el viejo armario, se celebrará la boda, ¡como yo soy chino!
E, inclinando la cabeza, se quedó dormido.
La pastorcilla, llorosa, levantó los ojos al dueño de su corazón, el deshollinador de porcelana.
-Quisiera pedirte un favor. ¿Quieres venirte conmigo por esos mundos de Dios? Aquí no podemos seguir.
-Yo quiero todo lo que tú quieras –le respondió el mocito-. Vámonos enseguida, estoy seguro de que podré sustentarte con mi trabajo.
-¡Oh, si pudiésemos bajar de la mesa sin contratiempo! -dijo ella-. Sólo me sentiré contenta cuando hayamos salido a esos mundos.
Él la tranquilizó, y le enseñó cómo tenía que colocar el piececito en las labradas esquinas y en el dorado follaje de la pata de la mesa; se sirvió de su escalera, y en un santiamén se encontraron en el suelo. Pero al mirar al armario, observaron en él una agitación; todos los ciervos esculpidos alargaban la cabeza y, levantando la cornamenta, volvían el cuello; el “Generalisimosargentocomandantisimoguerreropatascaprinascachiporrazo” pegó un brinco y gritó al chino:
-¡Se escapan, se escapan!
Los pobrecillos, asustados, se metieron en un cajón que había debajo de la ventana.
Había allí tres o cuatro barajas, aunque ninguna completa, y un teatrillo de títeres montado un poco a la buena de Dios. Precisamente se estaba representando una función y todas las damas, oros y corazones, tréboles y espadas, sentados en las primeras filas, se abanicaban con sus tulipanes; detrás quedaban las sotas, mostrando que tenían cabeza o, por decirlo mejor, cabezas, una arriba y otra abajo, como es costumbre en los naipes. El argumento trataba de dos enamorados que no podían ser el uno para el otro, y la pastorcilla se echó a llorar, por lo mucho que el drama se parecía al suyo.
-¡No puedo resistirlo! -exclamó-. ¡Tengo que salir del cajón!
Pero una vez volvieron a estar en el suelo y levantaron los ojos a la mesa, el viejo chino, despierto, se tambaleó con todo el cuerpo, pues por debajo de la cabeza lo tenía de una sola pieza.
-¡Que viene el viejo chino! -gritó la zagala azorada, cayendo de rodillas.
-Se me ocurre una idea -dijo el deshollinador-. ¿Y si nos metiésemos en aquella gran jarra de la esquina? Estaremos entre rosas y espliego, y si se acerca le arrojaremos sal a los ojos.
-No serviría de nada -respondió ella-. Además, sé que el chino y la jarra estuvieron prometidos, y siempre queda cierta simpatía en semejantes circunstancias. No; el único recurso es lanzarnos al mundo.
-¿De verdad te sientes con valor para hacerlo? -preguntó el deshollinador-. ¿Has pensado en lo grande que es y que nunca podremos volver a este lugar?
-Sí -afirmó ella.
El deshollinador la miró fijamente y luego dijo:
-Mi camino pasa por la chimenea. ¿De veras te sientes con ánimo para aventurarte en el horno y trepar por la tubería? Saldríamos al exterior de la chimenea; una vez allí, ya sabría yo apañármelas. Subiremos tan arriba, que no podrán alcanzarnos, y en la cima hay un orificio que sale al vasto mundo.
Y la condujo a la puerta del horno.
-¡Qué oscuridad! -exclamó ella, sin dejar de seguir a su guía por la caja del horno y por el tubo, oscuro como boca de lobo.
-Estamos ahora en la chimenea –le explicó él-. Fíjate: allá arriba brilla la más hermosa de las estrellas.
Era una estrella del cielo que les enviaba su luz, exactamente como para mostrarles el camino. Y ellos venga trepar y arrastrarse. ¡Horrible camino, y tan alto! Pero el mozo la sostenía, indicándole los mejores agarraderos para apoyar sus piececitos de porcelana. Así llegaron al borde superior de la chimenea y se sentaron en él, pues estaban muy cansados, y no sin razón.
Encima de ellos se extendía el cielo con todas sus estrellas, y a sus pies quedaban los tejados de la ciudad. Pasearon la mirada en derredor, hasta donde alcanzaron los ojos; la pobre pastorcilla jamás habla imaginado cosa semejante; reclinó la cabecita en el hombro de su deshollinador y prorrumpió en llanto, con tal vehemencia que se le saltaba el oro del cinturón.
- ¡Es demasiado! -exclamó-. No podré soportarlo, el mundo es demasiado grande. ¡Ojalá estuviese sobre la mesa, bajo el espejo! No seré feliz hasta que vuelva a encontrarme allí. Te he seguido al ancho mundo; ahora podrías devolverme al lugar de donde salimos. Lo harás, si es verdad que me quieres.
El deshollinador le recordó prudentemente el viejo chino y el “Generalisimosargentocomandantisimoguerreropatascaprinascachiporrazo”, pero ella no cesaba de sollozar y besar a su compañerito, el cual no pudo hacer otra cosa que ceder a sus súplicas, aun siendo una locura.
Y así bajaron de nuevo, no sin muchos tropiezos, por la chimenea, y se arrastraron por la tubería y el horno. No fue nada agradable.
Una vez en la caja del horno, pegaron la oreja a la puerta para enterarse de cómo andaban las cosas en la sala. Reinaba un profundo silencio; miraron al interior y... ¡Dios mío!, el viejo chino yacía en el suelo. Se había caído de la mesa cuando trató de perseguirlos, y se rompió en tres pedazos; toda la espalda era uno de ellos, y la cabeza, rodando, había ido a parar a una esquina. El “Generalisimosargentocomandantisimoguerreropatascaprinascachiporrazo” seguía en su puesto con aire pensativo.
-¡Horrible! -exclamó la pastorcita-. El abuelo roto a pedazos, y nosotros tenemos la culpa. ¡No lo resistiré! -y se retorcía las manos.
-Aún es posible pegarlo -dijo el deshollinador-. Pueden pegarlo muy bien, tranquilízate; si le ponen masilla en la espalda y un buen clavo en la nuca quedará como nuevo; aún nos dirá cosas desagradables.
-¿Crees? -preguntó ella. Y treparon de nuevo a la mesa.
-Ya ves lo que hemos conseguido -dijo el deshollinador-. Podíamos habernos ahorrado todas estas fatigas.
-¡Si al menos estuviese pegado el abuelo! -observó la muchacha-. ¿Costará muy caro?
Pues lo pegaron, sí señor; la familia cuidó de ello. Fue encolado por la espalda y clavado por el pescuezo, con lo cual quedó como nuevo, aunque no podía ya mover la cabeza.
-Se ha vuelto usted muy orgulloso desde que se hizo pedazos -dijo el “Generalisimosargentocomandantisimoguerreropatascaprinascachiporrazo”-. Y la verdad que no veo los motivos. ¿Me la va a dar o no?
El deshollinador y la pastorcilla dirigieron al viejo chino una mirada conmovedora, temerosos de que agachase la cabeza; pero le era imposible hacerlo, y le resultaba muy molesto tener que explicar a un extraño que llevaba un clavo en la nuca. Y de este modo siguieron viviendo juntas aquellas personitas de porcelana, bendiciendo el clavo del abuelo y queriéndose hasta que se hicieron pedazos a su vez.



Ficha 4. El Romance de la Loba Parda.

Estando yo en la mi choza
pintando la mi cayada,
vide venir siete lobos
por una oscura cañada.
Venían echando suertes
cuál entrará en la majada;
le tocó una loba vieja,
patituerta, cana y parda,
que tenía los colmillos
como puntas de navaja.
Dio tres vueltas al redil
y no pudo sacar nada;
a la otra vuelta que dio,
sacó la borrega blanca,
hija de la oveja churra,
nieta de la orejisana ,
la que tenían mis amos
para el domingo de Pascua.
-¡Aquí, mis siete cachorros,
aquí, perra trujillana,
aquí, perro el de los hierros,
a correr la loba parda!
Si me cobráis la borrega,
cenaréis leche y hogaza;
y si no me la cobráis,
cenaréis de mi cayada.
Los perros tras de la loba
las uñas se esmigajaban;
siete leguas la corrieron
por una sierras muy agrias.
Al subir un cotarrito
la loba ya va cansada:
-Tomad, perros, la borrega,
sana y buena como estaba.
-No queremos la borrega
de tu boca alobadada,
que queremos tu pelleja
pa' el pastor una zamarra;
el rabo para correas,
para atacarse las bragas;
de la cabeza un zurrón,

para meter las cucharas;
las tripas para vihuelas,
para que bailen las damas.

lunes, 19 de enero de 2015

Tipografías para trabajos Monstruosos

Monstruitos, hoy os hablé de como hacer de vuestros cuadernos y redacciones algo estéticamente más correcto, recordad la importancia que tiene no solo el contenido, sino también el continente. Nuestros textos y trabajos deben ser limpios, la letra clara y márgenes correctos. Cuanto más fácil sea de leer, más tiempo dedicaremos al contenido del trabajo (y lo haremos más contentos, no lo olvidéis).


Os he comentado cómo hacer mejores rótulos de forma sencilla, pero para mejorar vuestra creatividad, y para que las utilicéis en los trabajos, a mano o digitales, aquí os dejo fuentes para inspiraros, son páginas de las que las podéis descargar gratis. ¡USADLAS!


¡AH! en esto consisten las tipografías, os dejo la definición y unas breves presentaciones para que investiguéis algo más:
 ¿QUE SON FUENTES TIPOGRÁFICAS?Es un tipo de letra que está conformado por un conjunto de grifos(letras, números y caracteres especiales) es el diseño de caracteres unificados por propiedades visuales uniformes, aunque, para auto edición, la totalidad de los caracteres citados suelen estar en fuentes denominadas. 
¿QUE SON FAMILIAS TIPOGRÁFICAS?Es un grupo de signos estructurales que comparten rasgos de diseño comunes, conformando todas ellas una unidad tipográfica.Existen multitud de familias tipográficas. Algunas de ellas tienen más de quince años, otras surgieron en la gran explosión creativa de los siglos XIX, XX y otras resultaron en las aplicaciones de los ordenadores.

http://es.slideshare.net/paola_martinez_ox/que-son-fuentes-tipogrficas

http://es.slideshare.net/gabrielalvarado104/tipografia-gabriel

http://es.slideshare.net/educaplastica/la-tipografia-7102723

viernes, 16 de enero de 2015

Haka Neozelandesa para monstruos guerreros

Bueno chicos esta es la versión definitiva que estamos haciendo en clase, espero que os la aprendáis bien bien.



Y recordad lo bien que queda cuando se hace en grupo, todos a la vez y coordinados:


Para que vayáis practicándola, como me la han pedido muchos monstruitos, aquí os la dejo. Con vídeo incluido.

Recordad que "Haka es un término que sirve para definir cualquier danza maorí, pero se suele referir con este nombre de forma específica a la danza de guerra tribal maorí. No obstante, se suele utilizar como danza de bienvenida y es signo de hospitalidad, pero también como método de intimidación antes de luchar".



Además os dejo por aquí una imagen con los pasos, y una página web en la que también vienen explicados. ¡A PRACTICAR!


jueves, 15 de enero de 2015

Cómics para monstruos

A partir del ejercicio que hicimos en clase usando tiras cómicas de Calvin & Hobbes, algunos habéis expresado vuestro gusto por los cómics y tebeos. Hay muchos estilos de cómics, tebeos y novelas gráficas, investigad y encontrad aquellos que más os gusten, porque para gustos, los colores. Cada uno tendrá sus favoritos, y éste es el momento de compartirlos. Aquí os dejo uno de mis preferidos, y a continuación tres páginas que contienen links e información sobre cómics para vuestra edad, que creo que os gustarán. 

Hellboy: Es un cómic creado por Mike Mignola: "Como un demonio con el nombre de Anung-Un-Rama, Hellboy fue traído a la tierra siendo bebé por nazis ocultistas. Fue rescatado por las fuerzas aliadas y criado por la Agencia de Investigación y Defensa Paranormal (AIDP) de los Estados Unidos. Hellboy se crio para ser un gran demonio de piel roja, con cola, cuernos (que él descartaría dejando atrás su antigua naturaleza), y una gran mano derecha de piedra roja. Aunque un poco brusco, no muestra ninguna malevolencia intrínseca de demonio, y trabaja con otras criaturas extrañas en el AIDP. Hellboy ha sido apodado como el El Gran Investigador del Mundo de lo Paranormal. La historia de Hellboy es una amalgama de mitos y folklore, desde la mitología nórdica hasta la griega o rusa incluyendo además muchas referencias a la mitología de Lovecraft".(Wikipedia)

  • En esta página encontrareis multitud de cómics, es de donde saque los de Calvin & Hobbes: GoComics
  • Esta es muy buena, está todo bien ordenado y podéis encontrar los comics por categorías: Komic
  • En esta última encontraréis también bastantes reseñas con sus links sobre cómics y novelas gráficas: Zonanegativa.com


Poned en los comentarios vuestros favoritos, sean del estilo que sean e iré actualizando esta entrada con la lista de sugerencias que crearemos entre todos, recordad: Es el conocimiento, y no el Red Bull, lo que nos da alas, así que vamos a compartirlas.

Expresión Oral

El jueves 22 de Enero tendréis que entregar vuestro trabajo sobre estilos musicales para practicar la expresión oral. Os dejo aquí la presentación que os he hecho yo y las pautas resumidas en la tabla.
Os recuerdo que la estructura del trabajo debe contener:

  1. Introducción: origen del estilo, donde surgió, quienes fueron los pioneros, etc.
  2. Desarrollo: sub-estilos, máximos exponentes del estilo, evolución, y cualquier otra cosa que queráis poner.
  3. Conclusión: cómo hemos trabajado, si nos ha sido fácil o difícil, si nos ha gustado o no, que mejoraríamos para el siguiente, etc. Y breve resumen con conclusiones.
Os recuerdo que podéis preguntarnos cualquier duda o pedir consejos, siempre dentro de la autonomía que se os ha pedido.
Aquí os dejo el enlace a la presentación de prezi: Expresión Oral. Pautas
Y esta es la Tabla Resumen:

miércoles, 14 de enero de 2015

Mis monstruosos ilustradores...

Aquí os voy a dejar una lista con sólo algunos de mis ilustradores favoritos, adaptada a vosotros, podéis usar sus imágenes para trabajos, para decorar vuestras cosas, o para mejorar en el dibujo. Pero recordad "al César lo que es del César",es decir, tenéis que decir siempre quien es el autor de las obras. Al lado de cada autor aparece una página que muestra su ilustraciones, pero podéis investigar todo lo que queráis. Espero que os gusten. 
Si conocéis algún otro que queráis compartir, ponedlo en los comentarios y los iré añadiendo a la lista.


Merry Grinchmas!

Aunque con algo de retraso, aquí esta una actividad más amena, que realizamos las semanas anteriores a las vacaciones de Navidad, con ella, a través de la película "El Grinch" (recomendada), practicamos vocabulario que no solemos usar, y con la canción "Where are you Christmas" mejoramos la pronunciación y el tono, los niños del coro pueden estar tranquilos, pero se aceptan propuestas de discográficas. 
Para que vayáis ensayando para las navidades que viene (que falta hace) aquí os dejo nuestra presentación del Grinch:


Calendario de Adviento

Entre toda la clase de 6ºB hemos realizado una presentación.
Lo subo con algo de retraso, como la entrega de los trabajos de algunos monstruitos :), pero merece la pena echarle un ojo. Es un calendario de adviento, y cada día, dos de nosotros contamos curiosidades de la Navidad. Podéis verlo aquí: Calendario de Adviento 6ºB

Calvin & Hobbes

En la sesión sobre Signos de Puntuación: Exclamaciones e Interrogaciones realizamos la actividad denominada como Signos desaparecidos.
En ella, usando tiras de cómic de Calvin y Hobbes los veinte alumnos fueron divididos en grupos de cuatro. Proyectamos las tiras de cómic con los signos borrados en la pizarra digital, pero primero les hablamos sobre el autor y el estilo del cómic en cuestión, de forma que les sea cercano y pueda interesarles más. Cada grupo eligió un portavoz, y dijo que signos faltaban en la viñeta y respondía solo el portavoz, saliendo a la pizarra y colocándolos. Como hay bastantes viñetas cada grupo puede cambiar de portavoz, y una vez corregidas todas las tiras, procedimos a leerlas con la entonación correcta, trabajando así la lectura en voz alta. 
Cuando era pequeña y leía estas tiras cómicas me gustaban bastante, pero es ahora, que estoy rodeada de muchos Clavins y algunos Hobbes, me encanta, así que aquí os dejo dos enlaces para que los conozcáis mejor. ¡RECOMENDADO PARA MONSTRUOS!